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Discurso, género y poder en la revista mexicana Cosmos Magazine: 1912 a 1913. Discourse, gender, and power in the Mexican magazine Cosmos Magazine: 1912–1913. |
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DOI: 10.32870/sincronia.axxix.n88.28.25b | |||||||||
Dana Paola Rivera Bernal Jorge Alberto Ruiz Barriga |
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Recepción: 21/05/2025 Revisión: 28/05/2025 Aprobación: 20/06/2025 | ||||||||||
Resumen. Palabras clave: Discurso. Género. Discriminación. Racismo. Abstract. Keywords: Speech. Gender. Discrimination. Racism. |
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Cómo citar este artículo (APA): En párrafo (Parentética): En lista de referencias: |
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Introducción Esta revista cultural fue una publicación mensual con información ilustrada de la República Mexicana y el mundo, principalmente Europa, incluyendo notas sobre moda, cuentos, música, poesía, deportes, literatura, diplomacia, agricultura, economía, recomendaciones para el hogar, sección femenina, infantil y masculina. Dirigida por Manuel León Sánchez. En coincidencia con Torres (2019) “En los periódicos de la época es posible rastrear organizaciones y proyectos que de otro modo resultan completamente invisibles, pues poco o nada se ha escrito sobre ellos” (p. 33). Si bien, poco se ha indagado acerca de esta publicación, en la presente investigación se analizarán los diferentes discursos impuestos por la revista hacia la sociedad. Se logrará a través de un estudio de los contenidos que difundió, que van desde: noticias, columnas, publicidad, artículos, chascarrillos, etc., de manera que se indagará a través del discurso que promovían, así como el poder de propagación de la publicación para un perfil de la ciudadanía mexicana, ya que casi la totalidad se encontraban en una situación económica difícil, y la prosperidad solo campeaba para algunos cuantos, como lo fueron los banqueros, dueños de negocios, terratenientes, burgueses, entre otros, por el contrario, la mayoría de la población perteneciente a trabajadores mineros, obreros, artesano y más, enfrentaban dificultades para vivir dignamente, a causa del abismo entre las formas y condiciones de vida de los distintos sectores de la sociedad, consecuencia de la diferencia de ingresos, ideas y pautas de conducta. Por ello, partimos de los estudios de Van Dijk, para entender cómo el discurso es manipulado de una manera racista y con información distorsionada a conveniencia. Igualmente se utilizará lo que Van Dijk (2007) propone acerca de las ideologías racistas y la discriminación de los "Otros", con la ayuda de enfatizar lo positivo del Nosotros y el negativo del Ellos, y el desenfatizar lo positivo del Ellos, y lo negativo del Nosotros, aplicándolo a distintos niveles del discurso. En el caso mexicano desde la conquista, la colonización y el proceso de formación nacional, el discurso racista producido por el “Estado y las clases dominantes”, ha sido transmitido a través de diversos instrumentos ideológicos que han reproducido distintos formatos para legitimar la explotación, las desigualdades sociales y las relaciones asimétricas que han permeado a la sociedad mexicana. (p. 297) De este modo, la revista es una oportunidad para analizar la prensa escrita de una sociedad que lleva años marcados por la lucha por el poder y la continua búsqueda de reformas y justicia social, llevándolo a una guerra civil por el control del país, como resultado, la revista es un ejemplo de lo que pasaba con la sociedad, comprendiendo las fuentes ideológicas que fueron utilizadas para estructurar un discurso racista y de discriminación, por esta razón, se encontrará con un análisis gramatical, retórico y de formatos globales, centrándose en las representaciones y prácticas, tomando en cuenta lo que asegura Van Dijk (2009) de los géneros del discurso y el poder, los cuales van desde discursos que tienen una función directiva pragmática, discursos persuasivos, discursos prescriptivos, hasta sus diferentes tipos de narrativas, así como sus niveles y dimensiones. Esto dejará comprender la situación y el contexto social de aquel momento, especialmente con el trato hacia la mujer, el indígena, las clases populares y los contrastes frente a la élite, mostrando la realidad de una manipulación para construir estereotipos e imponer ideologías, que dan resultado a la discriminación, pues es un sistema complejo de dominación. Cultura, poder y discurso racista. Esta cultura, era producto del liberalismo como ideología triunfante en la segunda mitad del siglo XIX, ya que legitimó al régimen imperante; esta visión racionalista, individualista y homogeneizante convivió con una sociedad religiosa, de tradición corporativista, estratificada y con muchos prejuicios sociales y raciales. Fue así que las corrientes culturales originarias de Europa se alteraron al adaptarse a la realidad mexicana (Kuntz y Speckman, 2019, p. 526). La ideología está íntimamente relacionada con la idea de poder, tradicionalmente se ha sostenido que es un “sistema de creencias” que permite a las personas adoptar diversas aptitudes respecto a su comportamiento. Ferguson (2004), la concibe como una “reserva discursiva” a la que se evoca en un conjunto de posibilidades, que permiten la construcción de significados representados en la realidad social. En el territorio de la ideología, la legitimación de imágenes y mensajes es de vital trascendencia; la legitimación es un procedimiento, por el cuál, una audiencia (televidentes, lectores, etc.) es ganada para el contenido y la forma de un mensaje mediático. Empero, los medios pueden naturalizar la forma que se representa el mundo, es ahí donde pueden aparecer los propósitos ideológicos (p. 29). En este contexto, la prensa, los periódicos y las revistas, contribuyeron a representar la realidad, los periódicos comenzaron a centrarse no sólo en noticias, sino también en reportajes; la tecnología promovió la impresión de un mayor número de ejemplares, la noticia espectacular, la nota roja, los grabados y las fotografías atrajeron nuevos lectores. En los años previos a 1900 los periódicos con mayor presencia llegaban a tener un tiraje de unos 10 000 ejemplares, para 1907, diarios como El Imparcial imprimieron 125 000 copias. La mayoría de los periódicos y revistas circulaban en la ciudad de México, le seguían Jalisco, Michoacán, Veracruz, Chihuahua y Coahuila (Kuntz y Speckman, 2019, p. 531). Ahora bien, a partir de 1912, Francisco I. Madero era el presidente de México, pasado un tiempo después de liderar la Revolución Mexicana que derrocó a Porfirio Díaz. Sin embargo, Madero fue derrocado y asesinado en un golpe de estado en febrero de 1913. Martínez (2009) plantea que el país enfrentaba una situación de inestabilidad, principalmente en el ámbito económico y político, dado a los constantes desafíos políticos, la falta de apoyo sólido y la continua oposición que hicieron difícil tanto para Madero como a Victoriano Huerta el implementar sus políticas y mantener la estabilidad. Respecto las mujeres; desde temprana edad empezaban sus relaciones de pareja, existieron casos en los que desde los diez años ya eran unidas en matrimonio, mientras que los hombres solían ser mayores que ellas, en una sociedad donde las fugas o raptos de las parejas resultaba algo común. Durante este proceso, se transformaron las concepciones culturales sobre el rol de la mujer en la familia y la comunidad, pasaban la mayor parte del tiempo en el ámbito doméstico, únicamente abandonan esta actividad para trabajar, realizar compras o incorporarse a la Revolución Mexicana directamente (Gonzalbo, 2006). La construcción de un estereotipo de mujer en México, venía principalmente de educadores, escritores, sacerdotes y políticos; una muestra de ello, es el fisiócrata Tadeo Ortiz de Ayala, al entregarle a Iturbide un reporte sobre el imperio, sugirió que la instrucción femenina fuera más completa, sin incluía la “corrección de las pasiones”, y el “cultivo de las ciencias propias de una mujer”, agregaba, que debían ser enemigas de la coquetería que caracterizaba a las mujeres mexicanas; por su parte, José María Luis Mora, opinaba en 1836 lo siguiente:
Históricamente ha existido una relación arbitraria de dominación de los hombres sobre las mujeres, en este caso, el cuerpo y sus movimientos, están sometidos a una fabricación de construcción social y atribuciones simbólicas que han sido tratadas como “convencionales” y casi “naturales” (Bourdieu, 2012, p. 24). En este contexto, las reglas del “orden físico y del orden social” asignan y aleccionan para excluir a las mujeres de ciertas tareas consideradas más nobles, concediéndoles unas tareas inferiores, enseñándoles cómo comportarse con su cuerpo (cabizbajas, siempre con posturas sumisas ante el hombre), adjudicándoles tareas penosas, bajas y mezquinas; aprovechándose de las diferencias biológicas, que permean la base de las diferencias sociales (p. 38). En esta posición androcentrista, el matrimonio por conveniencia era la norma y se desarrollaba casi siempre bajo la autoridad de los padres: el amor y el consentimiento de los esposos no era la base de su unión. En el siglo XIX y principios del XX, en las familias de la élite, la gente se casaba por interés, no por amor. Se trataba de preservar los bienes, defender el honor del linaje y conservar una condición privilegiada. Incluso se acuño la frase: “matrimonios por amores, causan muchos sinsabores” (Lipovetsky, 2020, p. 59). El jefe de la familia, tenía el compromiso de vigilar el comportamiento de la misma, dentro y fuera del hogar, la honra familiar debía defenderse. En relación a la religión católica desempeñó un papel muy importante, pues buscaba reinsertarse con poder en la sociedad posrevolucionaria, Cosmos Magazine, se identificaba como una revista estrictamente católica, por lo mismo, en ocasiones se tuvo que deslindar de otras creencias “COSMOS es y será siempre católico” (Cosmos Magazine, 1912, p. 1402). La violencia era un componente muy frecuente en las relaciones familiares, de manera que estaba normalizado el abuso, los golpes, y las peleas del hombre hacia la mujer, y no únicamente en la cuestión física, sino también el maltrato emocional y psicológico. Es decir, se consideraban en gran parte legítimos cuando la esposa no cumplía con ciertos deberes, por lo que era correcto desde el punto de vista del esposo y de la sociedad. Según Gonzalbo (2006) “El maltrato, sobre todo en la forma de golpes a la esposa, es un problema social que ha estado presente a lo largo del siglo XX” (p. 356). La vida de las mujeres no pasaba ser pura vida animal y para no embestiarse por completo habían de refugiar su imaginación y sus sentimientos en el ejercicio continuado (Cosmos Magazine, 1913, p. 1156) El discurso racista es una construcción de la cultura y del pensamiento humano, una forma de comportamiento y, por lo tanto, un fenómeno completamente histórico. Ciertamente el racismo ha cambiado con el tiempo, tomado más fuerza, siendo una parte importante dentro de la sociedad, por ello Geulen (2007) comenta que el racismo se une a las máximas fundamentales de nuestro pensamiento, se transforma en ellas o las instrumentaliza, estamos en una situación de comprender su poder de acción y limitar efectivamente su fuerza de convicción. A lo largo del siglo XX, dentro de la revista se consolidaba esta construcción de ideas y pensamientos racistas representados en artículos, historias, frases, chascarrillos que discriminan desde lo económico, racial, social y de género.
No obstante, esta injusticia no nace con nosotros, sino que se adquiere con el tiempo, puesto que el proceso de aprendizaje de las actitudes y comportamientos racistas tiene orígenes en específico (Van Dijk, 2007). Consecuentemente, las personas aprenden a discriminar racialmente de sus familiares y amigos, por diferentes medios que van desde casa, y dentro de la sociedad, en este caso, si bien la revista funcionó como un medio de comunicación para estar enterado de lo que pasaba en el país y el mundo, también funcionó como un medio para replicar un discurso racista y consolidó una población con ideales en desigualdad. A través del discurso se pueden identificar ciertas variantes discursivas que aluden a una sociedad desigual, siendo así los autores pueden hacerlo seleccionando temas específicos, el tamaño o el color del título, el empleo de fotografías o caricaturas, mediante gestos eligiendo determinados elementos léxicos o metáforas, mediante argumentos y falacias (Van Dijk, 2009, p. 25). De manera que columnistas como La Marquesa Rosalinda, son evidentes al utilizar el tema de la Elegancia Femenina para abordar la moda en las mujeres y niños, puntualmente en cómo debían vestirse y comportarse para ser aceptadas en colectividad, al igual que pertenecer a grupos de clase media, alta o de la élite, por ello, las prácticas racistas transgreden las normas de igualdad y equidad entre la sociedad.
Adicionalmente, el racismo interpreta un problema no únicamente social, sino va desde lo particular con la identidad, hasta lo universal, una doctrina impuesta por la humanidad, tal que impone una ideología a través del discurso, en este supuesto, la sociedad consideraba a la mujer como el sexo débil, en donde independientemente del vínculo, se veía como obligación del hombre mantener a la esposa y a sus hijos, convirtiéndose en la figura dominante. Ruiz (2024) afirma que “El discurso se puede convertir en una forma de discriminación verbal, ya que es muy probable que se manifieste, una reproducción de prejuicios étnicos, contribuyendo con ello, a la instalación del racismo que provoca la inequidad y la desigualdad” (pp. 392 y 393). En vista de esto, se demuestra en el discurso manejado por la revista que gran parte de las féminas aceptaban la subordinación y las tareas del hogar, reproduciéndose ante la sociedad, donde el papel de la consorte estaba reducido a hacer feliz al marido. La revista Cosmos Magazine era un escenario de imaginarios colectivos, desde donde las personas podían reconocerse y representarse, ya que, con su contenido, se buscaba impactar en la autopercepción y la estereotipación de la belleza, que está ligada a las emociones, dolor, desprecio, deseo de ser “normal” etc. Lo que lleva a inclinarse hacia la proyección de una “blanquitud” como la idealización de lo “perfecto” y la complacencia de lo masculino. La élite y el discurso hegemónico. En este sentido, dichas élites tienen un destacado papel en la reproducción del sistema del racismo, pues son las que controlan el discurso público, inspirando a otros a discursos y prácticas socialmente negativas, Torres (2019) sostiene que las élites representaban un papel de alta cultura derivado de la copia y la asimilación de modelos extranjeros, esto es, situándose en el contexto posterior al Porfiriato donde la mayoría de la población resultaban ser extranjeros. La élite se ve reflejada en la forma en que la revista supone distintos hechos sobre la forma de vivir, en específico en las secciones que maneja, van desde: festividades nacionales, conciertos, recitales, alta costura, incluso internacionales donde abordan celebraciones de otros países y colonias. Igualmente, hay una sección titulada Crónica extranjera, que informa sobre eventos y políticas de países extranjeros, de manera que existe un patrón en el que dicha información abordaba con frecuencia a Europa y con regularidad información española, en pocas ocasiones se habla de algún otro país, por el contrario, contiene información limitada acerca de Estados Unidos, y si es el caso, la prensa escrita aprovecha la oportunidad para expresarse de una forma negativa o despectiva:
Es importante destacar, que la revista no es explícitamente clara en cuanto a quien está dirigida; el discurso que maneja, permite deducir que el objetivo de la publicación es la clase media, y élite de la sociedad, que representaban: la “modernidad y el progreso”, lo nuevo, las tendencias, eventos sociales y políticos, en los que no participaban las clases populares, ya sea por la cuestión económica o de exclusividad. En concreto, gracias al discurso que la revista nos deja ver, no sólo estaba dirigida los llamados sectores “progresistas”, ya que también tenía la misión de adoctrinar:
Asimismo, un discurso hegemónico indirectamente puede incidir en gustos, deseos etc. Y llevarlos a la acción (Van Dijk, 2009). En consecuencia, la oratoria de estos poderosos periodistas termina por influir de modo indirecto en otros discursos, muchos de los artículos publicados llegan a ser racistas, haciendo énfasis en “los pobres”, en las mujeres como el género débil y notablemente en las clases populares, creando así prejuicios o estereotipos que conducen a una ideología, que posiblemente se reprodujo para crear nuevas conversaciones o textos racistas.
La estereotipación de la mujer dentro de la sociedad En cuestión de novedades, es una revista que prioriza por este tema, en especial la moda femenina, desde los niños más pequeños hasta los caballeros; retrata estándares de seducción, patrones y de vestimenta, de este modo se sabe que la sociedad quería estar al tanto de las nuevas tendencias para pertenecer, hubo muchos tipos de artículos en los que la mujer debía adaptarse al arquetipo de belleza y feminidad que dictaba la publicación:
La moda, desde su nacimiento exige una remodelación hipertrófica, es inseparable de la artificialización extrema, por tanto, los signos de la moda se perciben como representaciones decorativas, que llevan al despliegue de un teatro artificial que expresa una negación de la naturaleza; se esfuerza en remodelar el cuerpo y este se convierte en una especie de ficción: magia de las apariencias, lujos lúdicos, ostentoso espectáculo, superficialidad atractiva. Todo esto permite trascender los defectos del cuerpo natural y rivalizar con la belleza corporal (Lipovetsky, 2020, p. 218). A su vez, dicha revista se puede ver como un medio para inculcar a las mujeres estereotipos, de acuerdo con Hernández (2006) “En tanto construcción sociocultural, detrás del género lo que existen son los símbolos, la ideología (sustentados en un orden material) que busca establecer un orden social: instaurado el patriarcado, busca perpetuar la dominación masculina a través de los más diversos mecanismos objetivos y subjetivos” (párr. 16). De ahí que, la mujer vivía en disposición del marido, complaciendo al hombre en todos los aspectos, desde cómo se veía en apariencia, hasta en su comportamiento. Por su parte, se hacían presentes los estándares de belleza a los que todas las mujeres de la sociedad se tenían que adaptar, ya que estaban pautados por la época y el contexto en el que se vivía, relacionados con atributos positivos, simetría o incluso con el concepto de perfección. Los estándares de belleza refieren a la imagen convencional, idea preconcebida o concepto popular establecido por un grupo de personas que categoriza a la gente con base en su apariencia física, principalmente (García y Hernández, 2022, p. 44). De ahí que la revista fomentaba los estereotipos mediante un discurso disfrazado de consejos básicos para ser una buena mujer, esposa o madre dentro de la sociedad:
Inclusive dentro de su discurso, se puede encontrar la discriminación a las personas que no encajaban dentro de los cánones de bellezas establecidos, haciendo de él un discurso negativo que puede confirmar prejuicios de los estereotipos de belleza:
Como resultado, se da una sociedad dónde los estereotipos de belleza influyen en la manera en la que se desarrollan, cómo se comportan y cómo se relacionan, siendo así discursos que gira alrededor de lo estético y lo correcto. Los estereotipos tienen éxito cuando se naturalizan, de manera que las personas los adoptan como parte de su vida y de su interacción con los demás, ya que se manifiestan como creencias inconscientes compartidas por la sociedad. (García y Hernández, 2022). Lo femenino vs lo masculino en la revista Cosmos Magazine Ser hombre o mujer es el resultado de un proceso psicológico, social y cultural que da significado a lo masculino y lo femenino. Estos significados incluyen reglas, obligaciones, características, comportamientos, prohibiciones, expectativas y valores, los cuales se transmiten y refuerzan en las personas como parte del proceso de identidad para aprender a ser hombres o mujeres (Rocha Sánchez y Díaz Loving, 2011). Se puede inferir que los seres humanos aprenden a diferenciar lo que corresponde a su género a través de la repetición de prácticas y comportamientos cotidianos durante su infancia, ya sean masculinos o femeninos, de manera que se asimilan y refuerzan diversos prejuicios de género.
Existe una prioridad dentro de varios artículos por destacar a los artistas, poetas, político, toreros, etc., mientras que pocas son las páginas dedicadas a las mujeres y únicamente son de damas distinguidas, las mujeres son relegadas a un rol secundario, representadas en términos de sus funciones tradicionales como esposas y madres, en contraste con el hombre que no sólo es retratado desde las imágenes, frases, ilustraciones, entre otros, sino es resaltado con prioridad textualmente, este sesgo no sólo minimiza la visibilidad de las mujeres en la revista, sino que también perpetúa estereotipos de género que limitan su papel y autonomía en la sociedad:
En cuanto a las mujeres, por un lado, es casi nula su descripción, en la mayoría de los casos se muestran en la fotografía acompañadas de su nombre y el titular, en pocas ocasiones se les describe. Por ende, Van Dijk (2009) postula que, la manipulación es ilegítima en una sociedad democrática porque re(produce) o puede reproducir la desigualdad: Beneficia a los grupos y hablantes influyentes y perjudica a los hablantes y grupos con menos poder. Por el otro lado, cuando se aborda a la dama es para adoctrinarla, que siga las reglas que la sociedad impone: reglas de comportamiento, salud, belleza, educación, domésticas, moda, entre otros. Cabe recalcar que dentro de los cánones que manejaba la revista en su época, les resultaba fatal la libertad hacia las mujeres, esto en referencia a todos los aspectos de su vida, si se apela a un ejemplo, la belleza era el más exigente, además de la forma en cómo se vestía y comportaba. Es el caso de la vestimenta, en el que comenzaba la búsqueda de la libertad a través de la moda, pero la misma sociedad las limitaba:
Por su parte existieron artículos que hablan del feminismo, aunque si bien se aborda dicho tema, lo realizan menospreciando, de tal forma que hacen ver a un movimiento social que busca la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, como una oportunidad de libertinaje y revelación. El discurso de la revista no solo minimiza la importancia de las mujeres, sino que también ridiculiza y desacredita el feminismo y los esfuerzos por la igualdad de derechos:
Estas publicaciones buscan desacreditar tanto al feminismo como al escaso poder que pudieron acceder, teniendo en cuenta que se veían muy limitadas en cuestiones de libertad Cosmos Magazine (1912) reforzaba la idea de que, cuando más, podían saber leer, pero les estaba prohibido saber escribir, porque este arte pecaminoso podría permitirle comunicarse ilícitamente con los “novios” y “galanes”. Si bien es cierto Gonzalbo (2006) menciona que “Las mujeres, no solamente las jóvenes, sino también las maduras, independientes de si estaban solas, huérfanas o viudas o si formaban parte de una familia, fueron uno de los grupos que más sufrió este tipo de ataques y humillaciones” (p. 85).
Particularmente, la sociedad emite un problema realmente grave, el sentido de pertenencia es nulo para muchos, el miedo a no pertenecer a grupos sociales, a perder estatus y la ignorancia, dan como resultado que siga muy presente este problema. Sucede que la cónyuge estaba en constante exposición a la violencia física y psicológica por parte del marido en su mayoría, pero también por la sociedad. Gonzalbo (2006) manifiesta que “Las ancianas dicen que cuando una mujer se casa, debe saber que los maridos pegan”” (p. 320). La promoción de estereotipos de género y la discriminación que emerge de esta publicación destaca una lucha constante por la igualdad y la libertad para las mujeres.
Conclusiones El discurso dominante y racista, revela cómo ciertas publicaciones y figuras perpetúan una visión desigual y discriminatoria de la sociedad, en cuestión de la moda y belleza impone un modelo de comportamiento y apariencia que excluye a quienes no se ajustan a los estándares de clase y género predominantes, destacando cómo estas cuestiones son el reflejo de los problemas sociales e influyen profundamente en la identidad individual y colectiva. Esto contribuyen a la perpetuación de sistemas de opresión y a la consolidación de jerarquías sociales, afectando las oportunidades y derechos de las mujeres y de diversos grupos marginados. A través de sus páginas, Cosmos Magazine reflejaba las tensiones y contradicciones de su tiempo, mostrando cómo las élites utilizaban los medios de comunicación para mantener su control sobre el discurso público. Al enfocar sus contenidos en la exclusividad y el elitismo, al perpetuar estereotipos negativos sobre las clases menos favorecidas, la revista ejerce un control indirecto sobre las ideas y comportamientos sociales, esto demuestra cómo las élites utilizan su influencia para mantener un sistema de opresión y exclusión, afectando la forma en que se perciben y se tratan las desigualdades en la sociedad. Por su parte, dentro de la moda y las directrices sobre el comportamiento femenino, la publicación refuerza los estereotipos y crea una visión normativa que condiciona la aceptación social y preserva las jerarquías de género, así como contribuye a la perpetuación de una ideología patriarcal, y no sólo refuerza la discriminación y los prejuicios, sino que también adoctrina a las mujeres en comportamientos y valores. Esta representación desigual contribuye a la conservación de una estructura social que somete a las mujeres y restringe su capacidad para participar plenamente en la sociedad, reflejando así los problemas más amplios de discriminación y exclusión que persisten. De esta manera, la revista no sólo documentaba la cultura de su época, sino que también jugaba un papel activo en la formación y consolidación de una sociedad estratificada y desigual. |
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Universidad de Guadalajara Departamento de Filosofía / Departamento de Letras |
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