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Introducción
El presente trabajo tiene el objetivo de describir cómo funcionan las recientes sociedades descritas por Byung Chul Han, tales como la sociedad de la transparencia, la sociedad del cansancio y la sociedad del rendimiento. Byung caracteriza a las sociedades como una evolución de la sociedad disciplinada de la que habla Foucault y que se desarrolló en el artículo anterior a este (Arredondo, 2020). Las actuales estructuras de control y manipulación a través de los medios digitales (principalmente las redes sociales) han intervenido en el despliegue y desarrollo del comportamiento individual y social, lo cual contribuye y alimenta al panóptico, transformando al sujeto en su propio vigilante y controlador.
Asimismo, al describir a las sociedades es necesario investigar sus mecanismos digitales, esto es, su funcionamiento. Por lo tanto, el segundo apartado trata del Big Data. El Big Data es una herramienta que a través de los datos y la información recopilada puede medir y comercializar al sujeto convirtiéndolo en mercancía, manipulando su manera de pensar y su comportamiento. Por este motivo es relevante hacer mención de este concepto, describiendo sus funcionamientos y sus alcances utilizando una de las redes sociales más importantes y utilizadas, la red social Facebook (Asociación de Internet, 2022) como ejemplo para la realización de un análisis.
Para terminar se menciona el rol y la actividad de algunos artefactos electrónicos y su participación que a través del Big Data da forma al auto-control y al panóptico digital. Las sociedades procesadas, el internet, las redes sociales y el Big Data no podrían coexistir sin los aparatos electrónicos que hacen que su función cobre sentido. La cuarta fase de internet y el Internet de Todo o Internet de las Cosas es la culminación de un Control de Todo.
Las sociedades procesadas.
¿Hacia dónde se dirige la reestructuración de control y el poder en la sociedad actual? La sociedad del cansancio, como afirma Byung Chul Han, (2012) ya no es una sociedad disciplinada expuesta por Michel Foucault (2005), sino una sociedad de rendimiento. El desarrollo de los dispositivos de control que se empeñaban en dominar a las masas a través de vigilancia y castigo ahora generan procesos de auto-dominación, la evolución de la tecnología informática y el cambio de la acción deber a la acción poder (capacidad) se torna necesaria en el proceso de mantener el dominio:
La positivad del poder es mucho más eficiente que la negatividad del deber. De este modo, el inconsciente social pasa del deber al poder. El sujeto de rendimiento es más rápido y más productivo que el de la obediencia. Sin embargo, el poder no anula el deber. El sujeto de rendimiento sigue disciplinado (Han, 2012, p.17).
El control hacia el humano y hacia la sociedad se basa en ejes de tipo económico, político y de autocontrol que desde la antigüedad se imponía, por ejemplo, a través de la confesión por parte de la religión, que ahora migra a las nuevas tecnologías de la información. Las sociedades disciplinadas no se dan más a través de instituciones, sino a través de plataformas virtuales. Las sociedades disciplinadas se auto-instauran modos se ser y de vivir que son implementados por medio de la globalización y la tecnología electrónica. El empeño por la adquisición, la competición y la pretensión de alcanzar la felicidad, una calidad de vida y el éxito, que está medido con parámetros materiales, es uno de los principales factores de control. No es más un control físico con vigilancia perpetua y castigo infringido, es un control mental, psicológico.
El control y el poder han migrado, ahora ahondan en el pensamiento, en metas infinitas e inalcanzables, en productos costosos y de estatus social, que llegan al individuo a través de mecanismos que son aceptados voluntariamente y están modificando la manera de interactuar, recibir información y vivir. Éstas son las tecnologías de la información, las redes sociales, las nuevas formas de control social que influyen en el pensamiento, el comportamiento de manera profunda, no más como imposición sino como aceptación voluntaria. Byung Chul Han (2013) ha agregado al concepto de Foucault El panóptico (2005) una característica distintiva de esta sociedad, lo digital. El panóptico digital hace creer al sujeto que vive de manera libre, no obstante, una sociedad en la cual su estructura está construida a través de individuos conectados y observados, alimenta el poder y el control.
Byung-Chul Han en La sociedad de la transparencia, muestra la superación del modelo foucaultiano del panóptico. Byung-Chul, ha evidenciado cómo las sociedades disciplinarias referidas por Foucault dan lugar a la culminación del sueño panóptico, al advenimiento del panóptico digital, una vigilancia que opera a través de la transparencia a la que nos exponen las redes sociales, como el espionaje masivo realizado por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos denunciado en el caso Snowden (1913), de ahí que la idea de un panóptico digital parece no sólo plausible, sino orwellianamente real (Vásquez, 2016, p.4).
Para Byung (2013) la sociedad de la transparencia es una sociedad hipercomunicada, pero también una sociedad con desconfianza y sospechas que a causa de la desconfianza se apoya en el control. Las redes sociales se introducen a la vida del individuo como una ventana hacia la libertad, sin embargo, su función es el de un panóptico digital.
La vigilancia no se realiza como ataque a la libertad, más bien cada uno se entrega voluntariamente a la mirada panóptica. A sabiendas contribuimos al panóptico digital, en la medida en la que nos desnudamos y exponemos. El morador del panóptico digital es víctima y actor a la vez. Ahí está la dialéctica de la libertad, que se hace patente como control. (Han, 2013, p.95).
El dispositivo de control genera sus necesidades y hace creer al individuo que son de él también, lo seduce para dominar. La ilusión de libertad que el individuo acepta con la híper-comunicación e información ilimitada son solamente control y vigilancia. Las tecnologías de la información evolucionan y se adaptan para ser más eficientes, con el interés de mantener el poder. Y los mismos usuarios participan de manera activa en la construcción del panóptico digital. En esta era virtual, para Chul Han (2014), el poder no prohíbe, sino que seduce. Profundiza en el individuo, lo motiva, le hace creer que tiene la libertad y le ofrece felicidad con el consumo para llegar al éxito, se introduce en la mente del sujeto, interviene en su psique. Es un régimen que se encarga de que el individuo por sí mismo se introduzca y adhiera como sujeto dominado. Con la positividad como la llama Chul Han, la manera de operar del dispositivo de control es a través del me gusta, de analizar los deseos y los anhelos de la persona, su objetivo es la de agradarle, no la de someterlo.
Por ejemplo, la red social Facebook o Tik Tok como dispositivo de subjetivación, anima al individuo a compartir, a consumir, a crear identidades, las manipula, las estimula, y las individualiza. Es el panóptico que asiste a cada sujeto a ser parte de él, a vigilar al otro y a él mismo sin sentirse sometido o vigilado, se auto-explota y se exige para ser exitoso y feliz: “Cada uno es el panóptico de sí mismo” (Han, 2014. p.35). El dispositivo de control hace que el sujeto suponga una libertad, sin embargo, existe una dominación hacia el individuo, un auto sometimiento de manera inconsciente, un poder inteligente que no prohíbe o castiga, sino que seduce, desea y motiva.
Para esto, hay que indagar y clarificar la manera en la que funciona este panóptico digital, este auto-control, aquí la principal interrogante sería: ¿Cómo es que funciona y se desarrolla este sometimiento inconsciente o involuntario?
Big Data. Mesurabilidad y control.
Si el auto-control es ahora voluntario e inconsciente, ¿Realmente el sujeto tiene la capacidad de elección a través de las redes sociales o de internet? En principio podría decirse que sí; sin embargo, tal vez es sólo una ilusión. Las nuevas tecnologías convierten al usuario sólo en un número, una estadística, un producto, está siendo vigilado, controlado y medido. El resultado se da como una exposición del mismo sujeto, él es su propio objeto de publicidad y de ahí se mide, como un valor de exposición, este mismo exceso lo convierte en una mercancía, la exposición es explotación (Han, 2013).
Este gran volumen de datos o información mesurables que se encuentra en internet y en las redes sociales es el Big data. Lo importancia de la gran cantidad de información que se obtiene es la manera en la que se estructura para analizar y predecir futuros acontecimientos a través de las matemáticas. Permite tener conocimiento de la sociedad, de los individuos, sobre su comportamiento, afectando la libre voluntad con la ayuda de algoritmos y bots.La red social Facebook funciona con algoritmos y capturan lo que se comparte, lo que se publica y cada imagen a la que se le da like, ya que lo negativo detiene la comunicación, no es mesurable, no ofrece un valor económico. Debido a esto su importancia reside sólo en lo medible por lo cual a través de las redes sociales da la posibilidad de ser influenciado y en otras ocasiones controlado a través de estos mismos algoritmos y bots.
¿Qué es un algoritmo? Un algoritmo es cualquier código de computadora que lleva a cabo un conjunto de instrucciones que permiten llevar a cabo una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas. Los algoritmos son esenciales para la forma en que las computadoras procesan los datos. En teoría, son procedimientos codificados que transforman la información en base a cálculos. Un ejemplo simple de un algoritmo es "encontrar el número más grande en una serie de números" (Center for Internet and Human Rights, 2018).
¿Qué es un bot? Bots o robots de internet también se conocen como arañas, rastreadores y robots web. Si bien pueden utilizarse para realizar trabajos repetitivos, como la indexación de un motor de búsqueda, a menudo se presentan en forma de malware. En las redes sociales, los bots se utilizan para simular la interacción humana, hinchando artificialmente el número de visitas o seguidores, o automatizando respuestas para posicionar mensajes o influir en debates (Norton, 2018).
¿Cómo se influencia inconscientemente al sujeto? La propaganda que aparece en la línea de tiempo de la red social Facebook está seleccionada específicamente por algoritmos y bots posicionados intencionalmente, los cuales analizan la información a la que recientemente se le dio like, se abrió o se compartió, mostrando lo que podría interesarle al usuario en el inicio de sus noticias. Inclusive a través de algoritmos los programadores o controladores de aplicaciones (Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram) pueden conocer la personalidad, raza, rango de edad, ubicación y preferencias. Esta información es importante y esencial para cualquier empresa de marketing y es vendida para posicionar sus marcas a clientes potenciales que interactúen en aplicaciones como Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram. De esta manera, estas aplicaciones con el Big data almacenado y por medio de algoritmos muestran la información que las grandes compañías quieren. Los algoritmos hacen sugerencias acerca de lo que el usuario debería comprar, es tan insistente que su mensaje ofrece la felicidad solo por obtener ese producto. La propaganda trata de convertir al individuo en comprador compulsivo, impone conductas, influyendo en la toma de decisión.
Si en alguna ocasión una persona visita un restaurante italiano y comparte la ubicación en Facebook es probable que en los días siguientes esta misma red social le muestre los restaurantes italianos más cercanos a su domicilio. Facebook muestra a donde ir, ofreciendo la idea de que el individuo se convertirá en mejor persona, o será más feliz y exitoso por visitar esos lugares. El límite en la adquisición de este tipo de información está medido por las empresas que compran a través de las redes sociales espacios para llegar al individuo. El Big data identifica y almacena información, después es seleccionada de manera específica y programada para mostrar información conveniente al sistema para llegar al usuario final. Por ejemplo, si alguien viaja a la montaña y comparte su ubicación en Facebook, algunos días después aparecerán anuncios acerca de productos para acampar o escalar. Dependiendo de la toma de decisiones que el individuo hizo acerca de las preferencias, es como se analizan y redireccionan los datos.
A este respecto, conviene señalar el caso de Cambridge Analytics. Una empresa que utilizó el Big data y se dedicó a la creación de algoritmos para la campaña de Trump. Su objetivo era analizar el perfil y la personalidad de los individuos, creando spots específicos y únicos para cada usuario, influenciando así sus decisiones, no sólo con información falsa, sino con información de impacto en los aspectos más frágiles de su vida. Así influyeron en su pensamiento y en su toma de decisión (BBC, 2017). La información privada que Facebook vendió a esta institución de mercadeo fue analizada, violando el derecho a la privacidad de cada usuario de Facebook. Se difundieron discursos subjetivos de poder especializados y específicos para cada usuario para penetrar en la conciencia del sujeto, se le individualizó y cuantificó, el individuo se convirtió en mercancía.
Byung menciona el concepto “microtargeting” como la práctica de la microfísica del poder.
De este modo también se adquiere una visión sobre la vida privada, incluso sobre la psique de los electores. Se introduce el microtargeting para dirigirse con precisión a los electores con mensajes personalizados y para influenciarlos. El microtargeting como praxis de la microfísica del poder es una psicopolítica movida por datos. (Han, 2014b. p.50).
Las fake news son un caso que influyen en la voluntad de los usuarios, esparciendo millones de noticias falsas, creadas por empresas de marketing especializadas para difundirlas. De esta manera la toma de decisión de las personas se ve afectada por información que no es real. Esta información falsa creada intencionalmente por diversos grupos, empresas e instituciones a través de procesos informáticos (bots) pueden llegar a posicionarse y hacer creer al público que la información es real y así manipular la opinión del sujeto (Buzzfeed News, 2018).
El individuo al crear una identidad en Facebook cambia su vida, se convierte en un número más que está rodeado de datos, algoritmos, bots y aplicaciones. Schirrmacher (2008) considera que el individuo está sometido a las redes sociales. Para algunas personas es más importante subir fotografías de algún viaje a Facebook que el mismo hecho de disfrutar el viaje. Esto podría aparentar que el individuo quiere ser controlado y observado por Facebook, (posicionando a Facebook como una autoridad anónima) él conoce su funcionamiento, sin embargo, el sujeto quiere seguir siendo parte de Facebook y ser dependiente de él. Facebook ofrece tantas opciones al individuo que al final es estresante tratar de elegir una entre tantas, debido a eso, los algoritmos se especializan en elegir por él. No es necesario pensar en buscar información, los algoritmos lo hacen, muestran lo que el sujeto necesita. Saben qué comida le gusta y los lugares qué quiere visitar. Los individuos que conviven con estas tecnologías virtuales están tan acostumbrados a verlo de esa manera que ni siquiera se dan cuenta de que las redes sociales podrían saber todo acerca de ellos, y en ciertos casos más que ellos mismos. Podría decirse que los algoritmos comienzan a moldear el comportamiento de cada individuo. Es posible que hasta la capacidad de tomar sus propias decisiones esté perdida y determinada por lo que los algoritmos dicen. “El Big Data podría poner de manifiesto patrones de comportamiento colectivos de los que el individuo no es consciente. De este modo se podría acceder al inconsciente colectivo”. (Han, 2014b. p.51).
Se está perdiendo la individualidad, los algoritmos crean mentes manipuladas y vigiladas. Nunca se elige lo que se quiere, ya que la elección es una mimesis, las redes de información a través de los algoritmos son las nuevas formas de manipulación que nos dicen que es lo que debemos elegir. No solo el control de las nuevas tecnologías hacia el individuo involucra el Big data, los algoritmos y los bots, que conocen y moldean comportamientos, pensamientos o decisiones, sino que podría parecer que el individuo se está sometiendo a los aparatos electrónicos y las tecnologías informáticas que dan acceso a internet y a las redes sociales.
Internet De Todo. Control de todo.
En este apartado se profundiza en la cuarta fase del desarrollo de internet: Internet De Todo (IDT). Esta última etapa es hasta este momento, la más importante, ya que involucra todos los objetos del mundo físico introduciéndolos al mundo cibernético, esto es, un mundo conectado todo con todo (Cisco Network Academic, 2022).
La extensión de la internet de las personas, web 2.0, a la internet de las cosas, web 3.0, es la culminación de la sociedad de control digital. La web 3.0 hace posible un registro total de la vida. Ahora también nos vigilan las cosas que usamos diariamente. (Han, 2014b. p.50).
Cualquier objeto, un automóvil, la cafetera, la televisión, la luz de una casa, el celular, la computadora, un modem, estará conectado mutuamente. Un sujeto se transporta de su trabajo a su casa conduciendo su auto, la luz de su casa se enciende un minuto antes de llegar, su cafetera se enciende veinte minutos antes para que el café esté listo, la televisión se apagará cuando no hay presencia de alguna persona, será coordinación de productos con órdenes recibidas a través de computadoras. El problema no parece tan grave a simple vista, productos conectados entre sí para un bienestar y un individuo con una vida sincronizada y perfecta, no parece peligroso. Ahora bien, si las redes sociales con información que el mismo sujeto otorga de manera voluntaria está proporcionando poder y control, un sistema que sabe toda la actividad de un sujeto, ¿no originaría una dependencia total hacia las nuevas tecnologías electrónicas e informáticas? ¿No es acaso el sistema perfecto de un panóptico? Inmerso no sólo en lo que el individuo comparte sino en la interacción de todas sus actividades diarias.
Los productos funcionan a través de internet por medio de comandos, órdenes, algoritmos, esa información es almacenada y puede ser una herramienta para cualquier hacker. Ahora no solamente se podrá tener información de lo que se comparte en redes sociales, sino que tendrá acceso a la clase de automóvil que maneja el usuario, su domicilio, a qué hora salen o llegan a casa, su trayecto, dónde trabajan, dónde comen, qué comen: La utopía del control. La tecnología informática y electrónica que evolucionan en conjunto, aunque satisfactorias y prácticas, están tratando de llegar al punto en el cual convertirán al individuo en un co-dependiente de ellas. Tendrán la capacidad de vigilar, controlar, manipular, medir y comercializar al sujeto, interviniendo en sus procesos psicológicos subconscientes y actividades.
Actualmente los smartphones multifuncionales y las redes sociales utilizan herramientas de comunicación como WhatsApp y Facebook, poco a poco las nuevas tecnologías obligan al individuo a globalizarse y a ser parte de ese grupo que interactúa de esa manera, de lo contrario quedarían aislados e incomunicados. Abundantes actividades cotidianas ahora se realizan a través de internet: los trámites para la universidad, citas para pasaporte, pagos gubernamentales etc. Internet y las redes sociales están involucrándose en los procesos o las actividades que las personas solían hacer de manera personalizada. Disminuye la interacción entre persona y persona e incrementa el sistema de máquina-persona. No obstante, el evitar la interacción con las nuevas tecnologías de la información también implica desventajas. Uno puede decidir no recurrir a la utilización de tales tecnologías, evitando así que se le restrinja su libertad personal. Pero, se corre el riesgo, a la vez, de perder otros tipos de libertades y oportunidades que esas nuevas tecnologías ponen a su disposición (García, 2009).
Las redes sociales por medio de los algoritmos ofrecen propaganda que ordenan como actuar. Se introducen en la privacidad, enviando mensajes electrónicos que ordenan que se debe visitar Facebook, cuántos correos de solicitudes de amistad hay y que se deben responder: “Es casi como si tuviéramos el deber moral de contestar las solicitudes de amistad, de lo contrario, nos convertiríamos en malas personas” (Kesselring, 2018). Podría parecer que el individuo quiere ser controlado. Algunas películas de ciencia ficción muestran una vida ligera, fácil, práctica, llena de inteligencia artificial (AI), sin embargo, existe un control del usuario, de lo que consume, lo que come, sus rasgos faciales. Es un control sin privacidad que observa todo y tiene dominio de cualquier individuo conectado. El mundo de hoy es un mercado en el que se exponen, venden y consumen intimidades. (Han, 2013).
El hecho de que el ser humano incremente la responsabilidad y otorgue consentimiento a las tecnologías informáticas y electrónicas para solucionar y hacer más fácil la vida de las personas crea una dependencia psicológica del humano hacia las máquinas, hacia el internet y las redes sociales.
Conclusiones
La psicopolítica de la que Byung Chul Han alerta como desarrollo de la biopolítica de Foucault (2014b), parece que domina el pensamiento subjetivo del sujeto, creando nuevas formas de sociedades auto-controladas. En las redes sociales todos se exhiben, se manipulan, se vigilan, se comercializan, mientras las grandes compañías se apropian de la información pública y privada a través del Big Data.
En la novela 1984, Orwell ofrece un panorama de relaciones de poder donde unos imponen pantallas para escuchar, vigilar y castigar, sin embargo, ahora las pantallas no son impuestas, sino son aceptadas y compañeras de la vida de cada individuo (Orwell, 2018). El control ya no funciona con la prohibición o la limitación, sino con la libertad y la motivación para exigirse, auto imponerse conductas y pensamientos.
Internet, las redes sociales y el incontenible desarrollo de aparatos tecnológicos son parte de la realidad humana, debemos valorar sus grandes aportes a la sociedad, pero también debemos estudiar los graves riesgos que entrañan. Es un mundo que no tiene reversa, sino por el contrario, avanza, progresa y evoluciona. De lo que se trata es de hacer visible las amenazas y hacer consciente al individuo de su papel en este mundo digital obteniendo el mayor provecho sin descuidar los aspectos relevantes que crean la identidad del individuo.
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