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De la semántica a la ontología de la frontera, en Instrucciones para cruzar la frontera: un enfoque desde la teoría del cuerpo de Jean-Luc Nancy. From semantics to the ontology of the border, in Instrucciones para cruzar la frontera: An Approach from Jean-Luc Nancy's Theory of the Body. |
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DOI: 10.32870/sincronia.axxix.n88.18.25b | |||||||||||
Yoo Jin Eom |
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Eom, Y.J. (2025). De la semántica a la ontología de la frontera, en Instrucciones para cruzar la frontera: un enfoque desde la teoría del cuerpo de Jean-Luc Nancy. Revista Sincronía. XXIX(88). 318-341. DOI: 10.32870/sincronia.axxix.n88.18.25b | Recepción: 12/02/2025 Revisión: 03/04/2025 Aprobación: 06/06/2025 | |||||||||||
Resumen. Palabras clave: Luis Humberto Crosthwaite. Literatura fronteriza. Frontera México-EE. UU. Ontología del cuerpo. Abstract. Keywords: Luis Humberto Crosthwaite. Border Literature. U.S.-Mexico Border. Ontology of the Body. |
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Cómo citar este artículo (APA): En párrafo (Parentética): En la lista de referencias: |
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Introducción Este artículo considera tres relatos de la colección. Se demostrará, primero, que las fronteras comprenden un área específica tomando como base la microhistoria de la zona fronteriza descrita en “Recomendaciones” y “La fila”. “Recomendaciones” sirve como prólogo al libro y representa de manera empírica y demostrativa lo arduo que es el proceso de cruzar fronteras. “La fila” describe con detalles diarios el espectáculo de las personas que esperan en fila para cruzar dicha frontera. El análisis de estos dos textos se centra ―relativamente― en la semántica de las fronteras. En el siguiente apartado, el principal de este artículo, se abordará la ontología de las fronteras, centrándose en “La silla vacía”. Aunque se trata de un relato, está compuesto íntegramente de diálogos y contiene la confesión honesta de un personaje sobre la ‘frontera’, que también está encarnada por uno de los personajes. El presente estudio se basa en la teoría del filósofo francés Jean-Luc Nancy para argumentar que la frontera entre México y Estados Unidos es un ‘cuerpo’; para ello, examinaremos la ontología del cuerpo que Nancy desarrolló en su obra Corpus (1992) y exploraremos el motivo de la frontera de ser un cuerpo considerando su premisa. En el primer párrafo de su libro Corpus, Nancy declara que toda la civilización occidental se originó a partir de la frase ritual “Hoc est enim corpus meum” (Este es verdaderamente mi cuerpo; Nancy, 2000, p. 7). A lo largo del libro, explica un mundo como el mundo de los cuerpos (p. 36), que se relacionan y están en contacto entre sí según su propia ontología del ‘entre’. La hipótesis planteada en este artículo es que la aproximación ontológica de Nancy muestra cómo la frontera México-EE. UU., de la que trata “La silla vacía” de Crosthwaite, existe y opera como un cuerpo. Además, que la convivencia de ambos países puede abordarse a partir de una comprensión ontológica de la frontera, referida de aquí en adelante a la frontera entre México y Estados Unidos. La ontología de la frontera, sugerida en los textos de Crosthwaite, será el objeto de análisis considerando paralelamente dos películas que ayudarán para explicitar mejor la premisa de Nancy, lo cual permitirá deducir diversas implicaciones sociales. La microhistoria de la frontera en “Recomendaciones” y “La fila” Según las “Recomendaciones”, por más desafiante que sea cruzar la frontera, hay ciertas precauciones brevemente resumidas en viñetas por el narrador, el cual ha cruzado la frontera numerosas veces, que los personajes deben tener en cuenta. El narrador explica cómo se forma la fila y lo arduo que puede ser el proceso. En coche o a pie, se espera infinitamente y la gente forma parte de una fila “sin principio ni fin” (Crosthwaite, 2011, p. 15. Citaremos por esta edición). Por lo tanto, es necesario hacer esa fila interminable con paciencia, con documento de identidad y un motivo claro (aunque sea ficticio) que le permita responder a las preguntas de los guardias: “Por lo tanto, si cruzas para desempeñar una labor de lavaplatos, recolector de basura, mesero, sirvienta, oficinista, cajero, escritor, etcétera, deberás llevar a la mano una ficción que contarles, no importa que sea la misma cada vez” (p. 14). Ser una minoría de origen mexicano (latinoamericano) es una desventaja para la transversalidad. El narrador le dice al lector implícito que simplemente acepte el hecho de que los guardianes de la frontera son invencibles: “Lo más apropiado es estar convencido de que ellos son seres omnipotentes, deidades, césares caprichosos capaces de arrojarte de su imperio” (p. 16). Mientras esperan en la fila, los mexicanos son humillados de diversas y extrañas formas. En consecuencia, el texto aconseja en un tono tranquilo que no se sientan avergonzados incluso si experimentan tal humillación: “No te sientas humillado si el perro orina una de tus llantas. Tampoco sientas gusto” (p. 15). El narrador enumera los hechos anteriores para que los memoricen, en un tono directo y sin ninguna emoción particular. Su actitud distante irónicamente enfatiza la dificultad de cruzar la frontera. Estos sitios juegan un papel en la reproducción y transmisión del significado de las fronteras a la próxima generación. En el cuento que sigue, “La fila”, el autor describe con más claridad como una imagen la experiencia de los migrantes que esperan alienados para cruzar la frontera. Se destacan momentos cotidianos pero significativos en este proceso. El narrador-personaje presenta sus observaciones y reflexiones mientras espera en la fila dentro de su vehículo, junto a otras personas. La narrativa captura la monotonía, la tensión y las interacciones que tienen lugar en este espacio liminal, ofreciendo un vistazo a las complejidades y realidades de los cruces fronterizos. También incluye los aspectos humanos de este procedimiento burocrático a menudo desafiante. El texto comienza enfatizando que este proceso es rutinario, que sucede todos los días: “Estoy haciendo fila, haciendo fila, estoy haciendo fila para salir del país. Es algo natural, cosa de todos los días. […] Vamos a salir del país y es algo natural, cosa de todos los días” (p. 19). Incluso si se espera demasiado, la fila no se acorta y la gente no puede avanzar en consecuencia. En el relato, el protagonista se queja repetidamente de que la fila no disminuye: “No avanza” (p. 20), “La fila no avanza” (p. 21), “No avanza” (p. 24). Además, en esta interminable fila, el personaje muestra una actitud de incertidumbre y ansiedad: “No estoy seguro” (p. 21). El protagonista deposita todas sus preocupaciones existenciales en la frontera: “Entonces comprendo que sin líneas en la mano no tengo destino, no tengo vida ni muerte, nada de qué asirme, solo esta fila, este anhelo de llegar a la frontera, cruzar, dejar esta nación, entrar a la otra” (p. 24). Para el protagonista, la frontera siempre ha sido un objeto que debe ser superado y trascendido. Durante este proceso, se utilizan numerosas imágenes auditivas; los ruidos caóticos y confusos se superponen y aumentan, perturbando aún más el estado emocional de los personajes. Hay muchas descripciones desorientadas basadas en sonidos: el sonido de la música de los gringos, el silbido que se extiende entre los conductores, el claxon, el llanto de una niña, los gritos. La desorientación refleja la familiaridad de quienes se han acostumbrado a la violencia de esa situación actual, denunciando la anormalidad del fenómeno. De esta manera, “Recomendaciones”y“La fila” presentan las características de la zona fronteriza a través de los patrones de comportamiento de los migrantes respecto del cruce fronterizo. Este punto de vista se centra en el significado semántico que tiene la frontera para las personas a las que rodea y en cómo se representa en la sociedad como un signo. Desde el enfoque semántico de las fronteras, en ambos textos, la frontera es un espacio donde los personajes permanecen para intentar pasar. Dentro de este vasto espacio, los individuos forman un tercer grupo llamado ‘población transversal’, un grupo que en la espera de cruzar forma una comunidad con su propia cultura alrededor de esa región, diferente de los estadounidenses y de los mexicanos. Ese grupo desarrolla nuevos estilos de vida, lleva y transcurre su vida ahí. La violencia y el absurdo se aceptan como naturales en su cotidianidad, y los miembros de ese nuevo grupo viven con este dolor como una minoría social, cultural y política. La ontología de la frontera México-EE. UU. Según Jean-Luc Nancy, el cuerpo se va espaciando (espacement;Nancy, 2000, p. 31) y abriendo; cada cuerpo se mueve hacia afuera y es aquí donde surge la autodiferencia. Por lo tanto, el cuerpo, que ya existe como exterior (ex-istence; p. 117; solo ‘ex’ con cursivas en francés), está siempre ‘ex-puesto’ (ex-position; p. 117) al exterior y está abierto de manera que los cuerpos se tocan entre sí. Los cuerpos que están abiertos entre sí tienen un espacio vacío, una brecha. El cuerpo se ‘ex-scribe’ (s’excrit; p. 20) desde dentro y se inscribe en otro cuerpo. Así, la parte de la autodiferencia que es distinta de sí mismo también actúa como una parte de otro ser. De este modo, en cada cuerpo hay un vacío que no puede ser significado. Por lo tanto, la parte que no es ‘yo’ está dentro de sí mismo, haciendo imposible el ‘yo’ absoluto; pero al mismo tiempo, esa parte se convierte en la condición de la existencia. A medida que este espacio ‘infinitamente finito’ o “in-finito” (p. 97) se abre también infinitamente, de manera que los cuerpos se abren entre sí y crean un mundo.[2] En los siguientes párrafos, intentaremos una aproximación ontológica más profunda a la frontera, que parece compartir muchas de las características del cuerpo que propone Jean-Luc Nancy. Partiremos de las siguientes imágenes (diagrama 1), donde mostramos que la disposición de México y Estados Unidos concuerda con el concepto de cuerpo de Nancy: Diagrama 1. El esquema de la frontera entre México y Estados Unidos Fuente: Elaboración propia. El concepto del cuerpo desde la teoría de Nancy se puede representar como una serie de círculos semisuperpuestos. Para mayor claridad, se pueden suponer dos círculos que representan a cada nación, A y B. El límite de A es a la vez parte o interior de B y a la vez exterior o límite de A. Como se indicó previamente, el límite de A tiene la propiedad de salir del propio cuerpo de A. En ambos casos, se abre uno a otro poniéndose fuera de sí. Las imágenes representan de manera esquemática a México y a Estados Unidos, simplificados como círculos. Como se aprecia en el diagrama 1, los dos círculos se superponen claramente, y esa parte sería la frontera entre México y Estados Unidos: el límite de México penetra en el interior de Estados Unidos, y vice versa. Esta característica de la frontera se muestra claramente en “La silla vacía”, el noveno cuento de Instrucciones para cruzar la frontera. En ese relato, se representa la idea de que la frontera es un cuerpo, mediante un personaje ambiguo de “La silla vacía” que se denomina como la ‘fnt (frontera)’. Está compuesto íntegramente por diálogos que incluyen monólogos, sin narrador. Desde el primer capítulo y hasta el décimo, aparentemente hay tres personajes: aaa, zzz y fnt. El papel de fnt es el objeto del intercambio de roles por parte de zzz. El personaje aaa propone a zzz convertirse en fnt y responder a las acusaciones que sostenía anteriormente. Aquí, fnt evidentemente representa la frontera entre México y Estados Unidos, y zzz simboliza al mexicano que puede ―pero que al mismo tiempo no puede― cruzar esa frontera. En el interrogatorio dirigido por aaa, zzz confiesa sus pensamientos sobre fnt y, siguiendo las instrucciones de aaa, zzz se identifica con fnt para responder directamente a las cuestiones que había planteado a fnt. En este proceso, fnt (frontera) se describe como una entidad femenina porque se utiliza el pronombre personal femenino. La historia termina con la conversación inacabada entre aaa, zzz y fnt. En la tabla 1 se aprecian los participantes en las conversaciones y los posibles receptores de los monólogos de cada capítulo: Tabla 1. El orden de la historia y los personajes en “La silla vacía”
El argumento de los diez capítulos es el siguiente. El personaje aaa le pregunta a zzz qué ve, zzz niega diciendo que no ve nada y finalmente le contesta que ve una silla vacía; aaa le pregunta con insistencia sobre esa silla. Luego, zzz revela que siente que su vida está oprimida por una barrera: “zzz: ...que la vida me presiona, que siento una barrera, una Frontera que me delimita.” (p. 84, mayúscula del texto). Entonces, aaa hace que zzz le hable a la Frontera directamente; zzz le dice que se conocían desde la infancia y agrega que quería la libertad, pero que no pudo alcanzarla a causa de la autoridad de la Frontera. Enseguida, aaa le dice a zzz que cambie de papel con fnt para que responda a las acusaciones de las que acaba de hablar. La fnt dice que las afirmaciones de zzz no están justificadas, que la frontera solo existe porque hay necesidad de cruzarla. Este momento del relato es crucial para nuestra hipótesis. Y agrega que se conocían desde antes de nacer y que nacieron de la misma madre, al mismo tiempo. En el siguiente capítulo, zzz acusa a fnt de seguir cambiando de forma y de estar moviéndose siempre para que no pudiera cruzarla. En respuesta, fnt reclama que zzz la haya invitado primero. Contrariamente a lo que afirma zzz, en realidad la ha cruzado varias veces, solo que zzz no lo recuerda. En el clímax, zzz dice que no puede soportarlo más y renuncia a seguir dialogando, ya que incluso si hablara más, fnt lo refutaría de todos modos. El personaje aaa concluye diciendo que hablarán la próxima semana. Finalmente, zzz queda en silencio, pero fnt habla un poco más todavía con aaa; declara que lo que le dirá es un secreto y aaa le dice que se lo cuente a la silla vacía. El cuento termina y todos quedan sin saber el secreto que contaría fnt, la frontera. El modo de existencia: dualidad Considerada individualmente, la apertura de la frontera permite el tránsito de personas y el transporte de bienes, mientras que su cierre bloquea dicho movimiento y cumple con la función de delimitación y demarcación. Los límites de México se orientan hacia fuera (en dirección a EE. UU.), y los límites de Estados Unidos también se orientan hacia fuera (en dirección a México). En consecuencia, la frontera como límite de México penetra en el interior de EE. UU., y viceversa. La frontera existe, entonces, como una brecha que se abre al otro, y esta constituye el espacio vacío entre México y Estados Unidos. Por lo tanto, la frontera los convierte en algo que no es ni uno ni dos. Aunque el testimonio de zzz y de fnt en “La silla vacía” captura un conflicto, de hecho, representa el modo dual de operación de la frontera. Según zzz, fnt usó su autoridad para oprimir a zzz y evitar que cruzara. Sin embargo, según la refutación de fnt, esta dejó que zzz cruzara varias veces y zzz simplemente no lo recuerda. La confusión que causan estas discrepancias en los testimonios revela la naturaleza compleja de la frontera, que es difícil de entender desde una forma convencional de pensar. Aquí, podemos ver que la frontera desempeña una doble función: permitir que las personas crucen y al mismo tiempo impedirles cruzar. La frontera, que amplía la brecha entre México y Estados Unidos, no es una parte exclusiva que solo corresponda a cada país, sino que se convierte en el exterior y el límite del país vecino; el cuerpo desde la teoría de Nancy no logra ser un todo con solo sus propias partes y estas son siempre los exteriores de otro cuerpo simultáneamente.[4] Asimismo, el cuerpo conlleva un movimiento que se expande continuamente hacia fuera (p. 109), sin una identidad fija ni esencia propia, debido a que se transforma incesantemente sin una interioridad establecida. El cuerpo o la frontera, en este caso, empuja su límite hasta su extremo. El siguiente diálogo en el capítulo VI de “La silla vacía” revela el movimiento hacia el exterior de la frontera entre México y EE. UU.:
Como se puede observar en el diálogo, zzz afirma que la frontera entre México y Estados Unidos posee una característica expansiva, y este movimiento continuo impulsado por dicha expansión genera una autodiferencia; no es un punto que permanece fijo en un lugar mientras está cerrado, sino una línea que se expande. Para zzz, fnt es una entidad compleja que no puede ser significada ni convertida en discurso, debido a su constante movimiento y expansión. Por lo tanto, para los mexicanos representados en zzz, la frontera sería un vacío que no puede ser comprendido ni concebido como un conocimiento. Como señala zzz, la frontera puede ser ‘una frontera’, al mismo tiempo que podría no serlo. En el pensamiento dual de la ontología de Jean-Luc Nancy, la existencia no se concibe como una oposición entre forma y no-forma, sino como algo que existe en no-forma (non-forme; p. 67).[5] En esta doble concepción, forma y no-forma están entrelazadas como las dos caras de una moneda. Oscilan entre ser y no ser, se abren y se cierran. No es un punto fijo y cerrado en su lugar, sino una línea que se expande, que se forma a través de la apertura y la manifestación, sin una entidad preexistente. Por lo tanto, no se puede afirmar que simplemente esté presente o ausente. La existencia no es una encarnación en la que una entidad trascendental se introduce en el cuerpo, sino un movimiento de apertura en el que los seres se diferencian de sí mismos (p. 32). Así, la frontera existe de tal manera que la apertura y el cierre, el ser y el no-ser, se superponen. La frontera del relato se extiende hacia afuera y penetra al otro país, y esta expansión transforma a México y a Estados Unidos en una entidad ‘una y dos’. La condición de existencia: suspensión Cabría considerar que esa historia no se escribe desde una perspectiva diacrónica, sino desde el ‘instante mesiánico’ de Walter Benjamin (1989, p. 191), o el ‘aquí y ahora’. No existe como un todo completo con un principio y un fin, sino como posibilidad en sí misma (Nancy, 2000, p. 15). La delimitación de la frontera no adquirió su significado a través del orden y la secuencia, sino que simplemente nació como un ser arrojado ahí. Momentos como ese ―en los que el significado se detiene― se acumulan para formar la historia, entendida como un espacio-tiempo secuencial y continuo, la cual no puede existir sin estos puntos de discontinuidad, instantes en los que el significado se suspende. Dichos momentos, que se entienden como historicidad y como eventos, permiten el progreso a través de la suspensión, al igual que solo podemos mantener los ojos abiertos toda la vida porque parpadeamos. La ‘poética histórica del instante’, en términos kairóticos, no tiene un propósito (télos), ni un fin, ni implica progreso. No es la experiencia sintética kantiana, sino la experiencia de choque, la experiencia del evento, lo que constituye la historia (Kim, 2006, p. 93). Se puede decir, entonces, que la historia también es un cuerpo. Cuerpo que es ‘evento’ y ‘experiencia’ que suspende la representación lineal. La guerra, en particular, es un ejemplo representativo del choque cubista que se experimenta como un evento fragmentado (Kim, 2006, p. 94). Así, los fragmentos no son simplemente particularidades, sino que se abren entre sí. Por lo tanto, la suspensión permite el ‘abrazo’ entre ellos. En el momento en que ocurre un evento, no somos conscientes de que es un nudo y una suspensión, pero luego se recupera y se resignifica en forma de reminiscencia. La historia, aunque inevitablemente se inscribe en el mundo real en orden cronológico, la escritura de la historia solo llega a nuestro horizonte de comprensión a través de la significación que nos recuerda la imposibilidad y los límites de la misma. Este proceso de ‘rebobinado’ no es simplemente ir en contra del flujo del tiempo diacrónico, sino que se trata de la memoria involuntaria proustiana que impacta en unidades de eventos (Son, 2015, p. 295). El libro Corpus también sostiene que la historia se manifiesta a través de los sacrificios y las heridas de los cuerpos (Nancy, 2000, p. 70), ya que la apertura no es un objeto de conocimiento, por lo que no somos conscientes de ella. El capítulo IV de “La silla vacía” revela un incidente que provoca un alto en ese sentido. Ocurre cuando fnt, hablando con aaa, revela el momento específico en el que zzz comenzó a llamarla ‘Frontera’:
De esta forma, como una entidad capaz de cruzar la frontera y con la necesidad y el deseo de cruzarla, zzz empezó a llamarla “frontera” solo después de que su vida se desmoronara. A la luz de la historia, este evento significativo puede interpretarse como un choque entre México y Estados Unidos. Antes de ello, la frontera física entre ambos países siempre había existido, pero solo después del evento especial de demarcación geográfica y administrativa se establecieron las condiciones de existencia de la frontera y comenzó a desempeñarse la función de resguardarla. Como se ha mencionado, a través de la brecha llamada frontera, México y Estados Unidos se convierten, entonces, en un elemento que no es ni uno ni dos. El borde es a la vez una línea y un espacio vacío. La frontera es cuerpo (corps), este cuerpo continúa expandiéndose y moviéndose, ya que el límite de México apunta hacia afuera de sí mismo y el límite de EE. UU. también. En este proceso, cada país se transforma en algo familiar pero desconocido y se vuelve incapaz de poseerse a sí mismo. Al abrirse el uno al otro, los dos países se tocan; tocarse es conceptualmente imposible, pero lo hacen infinitamente. De esta manera, las dos naciones existen como “estar-fuera”, y a través de ello se vuelven un “ser-al-infinito” (Ramírez, 2017, p. 55). Por otra parte, este movimiento del cuerpo hacia afuera crea una brecha, la cual constituye el evento como suspensión. La historia, que habitualmente se entiende como progresiva y continua, es en realidad un conjunto de ‘eventos’, de instantes en los que cesa el significado. Estos instantes de discontinuidad hacen avanzar la historia, como se puede apreciar en el diagrama 2. El evento como testimonio y recuento de zzz, que resultó del interrogatorio de aaa, es también un ejemplo de suspensión. Los personajes del cuento se acercan entre sí mediante el diálogo y el impacto se produce a través de enunciados significativos. Diagrama 2. Un nudo como punto de discontinuidad que hace posible el progreso histórico
En el cuento, la experiencia de la frontera no es la actual de un individuo que se enfrenta a la frontera mientras hace fila, sino más bien un acontecimiento impactante que luego es reproducido como declaración por un interlocutor como un psicólogo (aaa), escrito en papel por el autor, y recordado después del hecho. Mientras que la frontera siempre se mueve a su propio ritmo, estos eventos que ocurren de repente se convierten en el cuerpo y la historia de la frontera. Esta interpretación es consistente con la de Nancy de que las declaraciones tienen un espacio (espace; Nancy, 2000, p. 25). Descartes, que precedió a Nancy, también afirmó en Ego Sum que la existencia o el ego es el resultado del acto performativo. El acto de hablar en sí mismo es una situación actual y un espaciamiento (pp. 28-29). Ese resurgimiento inscribe el evento en la historia, en el presente, y transforma su declaración en el evento. Así, la ruptura del lenguaje es un acontecimiento actual. Este es un punto de clara distinción con el cuento “La fila”. Mientras que “La fila” captura vívidamente la coexistencia en tiempo real de las fronteras y el “yo”, y la plasma en el lienzo del texto,[7] “La silla vacía” registra tardíamente el proceso de memoria y producción, como una biografía de la propia frontera. El Otro en Estados Unidos Ontológicamente hablando, México y Estados Unidos ya están uno dentro del otro. No pueden cerrarse porque cada uno está incrustado en el otro como una ruptura que impide la completitud. Por ello, se podría afirmar que los mexicanos están inscritos en Estados Unidos, los estadounidenses están inscritos en México, y que están en contacto permanente. En este apartado, demostraremos los aspectos ontológicos de la frontera en dos películas populares de Hollywood para ampliar la comprensión del concepto representado por Crosthwaite en sus relatos. Al identificar estrategias narrativas adicionales en las películas que resaltan u ocultan dichos aspectos, se podrá extraer de ellas una implicación social relacionada con la coexistencia de dos países. Las películas, per se, funcionan como lugares donde ocurren eventos o choques, por lo cual también podrían servir como un medio efectivo para mostrar dónde se detiene la semántica y dónde se puede contemplar la historia. La representación de la frontera, de los inmigrantes y los extraterrestres en la película Men in Black (MIB) producida por Steven Spielberg en 1997, junto con su secuela de 2002 ―ambas con gran éxito en la taquilla―, apoya los apartados anteriores de dos maneras. En primer lugar, la escena inicial de la primera película de la serie muestra claramente el movimiento hacia afuera de la frontera. La película comienza en México y presenta imágenes de inmigrantes ilegales y extraterrestres cruzando la frontera. Entre las dos direcciones del movimiento, la película se enfoca en la de los mexicanos hacia el exterior. Sin embargo, a medida que avanza la película, se añade la estrategia narrativa de la otredad. Un camión que los transporta es detenido por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cuando intenta cruzar la frontera desde México. Los agentes de MIB se unen e interceptan a los inmigrantes, capturando y matando a los extraterrestres disfrazados de humanos. Así, los inmigrantes ‘ilegales’ no solo están representados como monstruos no humanos, sino que también son atacados y finalmente destruidos violentamente. La otredad se centra en la diferencia y la división entre dos grupos de individuos, creando una frontera artificial entre México y Estados Unidos. Se trata aparentemente de un intento de demarcación absoluta, lo cual es de hecho imposible, mediante la reproducción de estereotipos negativos sobre quienes cruzan la frontera; pero este ejercicio apoya el carácter ontológico de la frontera, tal como se reproduce en la obra literaria, como la imposibilidad de separar completamente dos territorios (Ver Fotogramas I y II). Fotograma 1. Men in Black I Fuente: Spielberg, 1997.
Fotograma 2. Men in Black II
En segundo lugar, la película se asegura que los dos países se incorporen uno en el otro, tocándose inevitablemente. La segunda película (2002) muestra cómo muchas entidades están profundamente contenidas dentro de la otra sociedad. Por ejemplo, en MIB II, los inmigrantes extraterrestres se establecen en distintas partes de la sociedad estadounidense y cumplen con éxito sus funciones. En el fotograma de arriba, un extraterrestre se ha integrado a la sociedad humana y utiliza sus ocho brazos para realizar trabajos con una fuerza extraordinaria. Los extraterrestres, que fueron retratados como inmigrantes extranjeros al comienzo de la primera película, habían sido inicialmente rechazados, pero pronto se adaptan bien a la sociedad estadounidense y, además, se convierten en la base de esa sociedad, simbolizando la contribución real de los inmigrantes a dicha sociedad estadounidense.[8] La descripción de extraterrestres activos en lugares que no son fácilmente accesibles recuerda a los “extraños cuerpos extranjeros” por la presencia del Otro de sí mismo que explica Nancy (“étranges corps étrangers”; p. 10). Los mexicanos, que son marginados como el Otro indeseable en Estados Unidos, resultan ser una población familiar bien integrada en la sociedad estadounidense sin que se den cuenta. La presencia de mexicanos en el país vecino crea una autodiferencia de Estados Unidos, haciendo que su propio cuerpo (como país) parezca familiar y al mismo tiempo extraño. Conviene recordar el concepto de lo ominoso o lo siniestro (das Unheimliche) de Freud (2007, p. 241), que se expresa cuando alguien se encuentra con algo que no le es familiar pero que, de hecho, le sería inherentemente familiar aunque no lo perciba como tal.[9] De igual forma, no existe el Otro absoluto, sino que los estadounidenses y los mexicanos en el contexto de la sociedad estadounidense existirían en una relación de igualdad ya que dependen unos de otros. En consecuencia, podemos ‘abrazar’ la singularidad y la pluralidad de la existencia basada en el comunitarismo existencial (Son, 2015, p. 301) y aceptar, paradójicamente, la unidad lograda a través de la distinción. La narrativa de la segunda película, que aborda lo siniestro del cuerpo de Estados Unidos, reitera la dificultad de distinguir lo extraño, lo ajeno y lo no humano entre seres de ambos países y busca una coexistencia sana entre ellos. A partir de la filosofía de ‘entre’ de Nancy, se podría comprender que el ‘yo’ que ha entrado en el otro ser y el otro ser que ha entrado en el ‘yo’ son diferentes, dando como resultado un ‘yo’ que ya es diferente del ‘yo’ primigenio. De esta manera, se interpretaría la otredad y lo ominoso en MIB como estrategias para ocultar al falso, el ‘no-yo’ que resulta de la autodiferencia. Sin embargo, como dice Julia Kristeva, “[e]l otro es mi (propio) inconsciente” (Kristeva y Vericat, 1996, p. 360). Según la interpretación psicoanalítica, el Otro que ha creado una persona es en realidad la proyección de sí mismo y una imagen doble que lleva muy dentro de sí. Por lo tanto, lógicamente no puede haber un Otro como sustancia que exista independientemente fuera de sí. Así como zzz, cada personaje existe como un cuerpo, inclusive fnt (la Frontera); solo existe el movimiento de las cosas dentro de su brecha expandiéndose fuera de sí. El cuerpo, desde su misma existencia, es ante todo y ya siempre el Otro: “Un corps est toujours ob-jecté du dehors, à moi ou à autrui. Les corps sont d’abord et sont toujours autres” [Un cuerpo siempre es objetado desde fuera, hacia mí o hacia los demás. Los cuerpos son primero y siempre son otros.] (Nancy, 2000, p. 29). Incluso el ‘yo’ es diferente de ‘sí mismo’ por la autodiferencia causada por la brecha, por lo cual la lógica de la demarcación que rechaza al Otro enfatizando la diferencia entre ‘yo’ y ‘lo que no soy yo’ ya no es válida. Establecer límites entre ‘yo’ y los demás es tan absurdo como insistir en que un ‘yo’ soy el único ‘yo’. Al final, lo importante no es si se trata de ‘yo’ o del Otro, sino del hecho de que todo y cada entidad singular son cuerpos, y que así está conformado nuestro mundo, en particular, el texto de “La silla vacía” que en el adjetivo del título está tratando de significar todo el problema ontológico que hemos tratado de dilucidar con nuestro análisis. En las películas de ciencia ficción de Steven Spielberg, México y Estados Unidos aparecen distintos por diferencias semánticas y hasta cierto punto superficiales, pero no están esencialmente separados, lo que transmite un sentido semejante al de la representación de la frontera en los textos literarios de Crosthwaite: no existe un ser que funcione como el Otro entre los cuerpos. El hecho de que los dos personajes de “La silla vacía” se llamen “aaa” y “zzz” prefigura a ambos países que limitan entre sí, México y Estados Unidos, que se encuentran en las orillas, en los extremos de un mismo entorno y, a la vez, en un diálogo donde como personajes solo tienen una letra repetida como nombre de un mismo código (abecedario) que comprende tanto el español como el inglés. Cabe destacar que si bien son dos extremos en el sentido de que son el inicio y el final del alfabeto, también forman una unión donde se tocan en un bucle circular. Al final del relato de “La silla vacía”, las implicaciones para todas las fronteras ya están en zzz, y el lector percibe que aaa está utilizando técnicas de asesoramiento psicológico para sacar a la luz los puntos de los que simplemente no son conscientes los personajes. Si bien la historia se desarrolla con la existencia de fnt (frontera) representada como un personaje corpóreo femenino, el discurso y el espacio de este personaje no se distingue esencialmente de zzz. Esto se explica precisamente por el concepto de que el cuerpo, desde la teoría de Nancy, contiene al Otro dentro de sí. Aquí se hace posible una especulación sobre aaa y zzz: más allá de la ‘ruptura de límites’ entre zzz y fnt, podríamos afirmar que el límite entre aaa y zzz también es inexistente. De hecho, es probable que solo exista el personaje zzz y que todas las operaciones de extracción semántica provengan solo de zzz. Finalmente, el ejercicio de leer obras tanto literarias como cinematográficas sobre la frontera entre México y Estados Unidos aplicando la filosofía de Nancy permite interpretar otro aspecto de la frontera, ahora en su naturaleza ontológica, lo cual implica un sentido social sobre el reconocimiento mutuo y la coexistencia entre dos países. Conclusión La exploración de la frontera México-EE. UU., en Instrucciones para cruzar la frontera, ha permitido comparar y analizar tres textos en los que la frontera se describía solo como un espacio que contenía paisajes y que se describía como línea ontológica. Así, se ha reclamado la necesidad de una comprensión ontológica de las fronteras. La frontera entre México y Estados Unidos se caracteriza por estar entre dos países muy distantes en otro sentido, si consideramos que la frontera delimita y presenta un marcado contraste entre el núcleo del imperio del Primer Mundo y la periferia del Tercer Mundo (Kim, 2015, p. 92). Funcionalmente, la frontera separa territorios y cumple un papel distintivo entre ambos lados, pero, al mismo tiempo, sirve como un conducto para que las personas entren y salgan. A través de la frontera, México y EE. UU. se tocan mutuamente, creando una brecha dentro de sí mismos. De esta manera, los dos países se transforman en una unión, en lugar de dos naciones separadas en ese espacio. Esta discusión no debe interpretarse como una difuminación de las fronteras entre los dos países. Más bien, se propone como una coexistencia de separación y unidad. En su libro Corpus, el filósofo Jean-Luc Nancy describe un cuerpo que empuja sus límites más allá. El escritor mexicano Luis Humberto Crosthwaite, en su libro de cuentos Instrucciones para cruzar la frontera, describe la frontera desde la perspectiva de un mexicano que vive cerca de la zona limítrofe. Utiliza sus propias experiencias de cruzarla y, en esta obra, se examinan las interminables y desafiantes escenas relacionadas con la frontera, en “Recomendaciones” y “La fila”. Posteriormente, en “La silla vacía”, se explora cómo los mexicanos están interpretando la frontera, desde una perspectiva de dominación, examinando las condiciones de existencia de la frontera como un momento de suspensión. El cuerpo existe como una apertura hacia el exterior, teniendo en sí mismo una brecha que no puede ser significada. La experiencia de acercarse infinitamente a lo inalcanzable indica que el cuerpo es siempre Otro para sí mismo. La frontera México-Estados Unidos posee una dualidad en la que dicha frontera tanto se abre como se cierra. En lugar de seguir un flujo unidireccional del tiempo, la apertura y el cierre coexisten con un ritmo especial. La frontera estadounidense se dirige hacia adentro de México, mientras que la frontera mexicana se mueve hacia adentro de EE. UU. En el diálogo del capítulo VI de “La silla vacía”, se aprecian las características de la frontera que se expande hacia afuera y se mueve. El cuerpo que existe como (no)forma es uno y dos al mismo tiempo. Es un cuerpo que separa y comparte, ya que está en la disyunción y en la identidad según el texto. La base para trazar límites se encuentra en los momentos de suspensión en la historia. Al escribir la historia como una ‘historia de los momentos’, en lugar de entenderla como un progreso y desarrollo continuos, se puede acceder al cuerpo como experiencia y evento que no puede ser significado. Las experiencias disruptivas que impactan como destellos permiten tanto la apertura como el ‘abrazo’. Por ello, la historia se registra mediante recuerdos involuntarios de eventos que se recuerdan, y esto es precisamente lo que constituye la historia. Además, la discusión se podría ampliar a otra forma de representación: el cine. Como los libros, las películas pueden enfatizar las limitaciones de la semántica, al mismo tiempo que se apela a la ontología. En el presente artículo, se ha analizado cómo se retrata a los inmigrantes latinoamericanos, incluidos los mexicanos, en la sociedad estadounidense configurada en las películas, confirmando que el modo y la condición de la existencia de la frontera están representados tanto en las películas como en los textos de Crosthwaite. Además, se ha señalado que en las películas se utiliza la lógica adicional de la otredad que confunde la manera nancyana de entender la frontera. De esta forma, hemos demostrado cómo la teoría comunitaria de Nancy podría desempeñar un papel importante en la interpretación de la coexistencia de México y Estados Unidos en su frontera, así como la comprensión ontológica del ‘ser’ de ese Otro cuerpo. Finalmente, a lo largo de este artículo, se ha analizado cómo la frontera entre Estados Unidos y México es más que un simple espacio donde la gente espera para emigrar a Estados Unidos, más bien es un evento y una experiencia que existe solo como una parada que se abre y se cierra al mismo tiempo. Será posible una comprensión más profunda de las fronteras cuando comprendamos que dos países con fronteras comunes son como cuerpos que existen en una unión que no se puede soslayar, sean cuales fueren las circunstancias políticas e históricas. |
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Referencias Alvarado, G. (22 de abril de 2025). “El secreto más desconocido”: el sorprendente impacto económico de los latinos en EE.UU. CNN en español. https://cnnespanol.cnn.com/2025/04/22/eeuu/latinos-estados-unidos-aporte-economia-orix Angulo, K. (16 de febrero de 2024). Luis Humberto Crosthwaite. Lee & Low Books, (s/p). https://www.leeandlow.com/contributor/luis-humberto-crosthwaite/ Benjamin, W. (1989). Discursos interrumpidos I. Filosofía del arte y de la historia. Buenos Aires: Taurus. Crosthwaite, L. H. (2011). Instrucciones para cruzar la frontera. México: Tusquets Editores. Kim, H. (2006). The Poetics of History in the Cultural Modernity: Nietzsche and Benjamin. Economy and Society, (70), 89-110. Kim, M. (2015). The Crises and Crossroads of Globalization–U.S./Mexico Borderlands. The Journal of Localitology, (13), 89-120. Kristeva, J., & Vericat, I. (1996). Freud: “heimlich/unheimlich”, la inquietante extrañeza. Debate Feminista, (13), 359-368. http://www.jstor.org/stable/42624343 Nancy, J-L. (2000). Corpus. Paris: Editions Métailié. Piñera, D. (1989). La frontera norte: de la Independencia a nuestros días. Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, 12(12). https://doi.org/10.22201/iih.24485004e.1989.012.68882. Ramírez, M. T. (2017). El cuerpo por sí mismo. De la fenomenología del cuerpo a la ontología del ser corporal. Revista de Filosofía Open Insight, 8(14), 49-68. Son, Y. (2015). Commun-being and its Political Implication in the Thought of Nancy’s Community. Journal of the New Korean Philosophical Association, 4(82), 281-304. Spielberg, S. (Producer), & Sonnenfeld, B. (Director). (1997). Men in Black [Película]. Columbia Pictures. Parkes, W., MacDonald, L., & Sonnenfeld, B. (Producers), & Sonnenfeld, B. (Director). (2002). Men in Black II [Película]. Columbia Pictures
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NOTAS: [1] El autor actualmente vive con su familia en el barrio en que nació (Angulo, 2024). [1] Marcar prefijos con guiones o paréntesis es una notación característica de Nancy y se lee como un método para superponer dos palabras aparentemente contradictorias, en lugar de la interpretación lingüística basada en una semántica dualista tradicional. [1] “Le corps est la topique de tous ses accès, de ses ici/là, ses fort/da, ses va-et-vient, avale-et-crache, inspire/expire, écarte et ferme” (Nancy, 2000, p. 50). [1] Este modo de desmontaje se denomina “partes extra partes” (Nancy, 2000, p. 33); mecanismo que muestra la exposición de los cuerpos al exterior. [1] Como se argumenta en el capítulo Afalo y acéfalo (Aphalle et acéphale), al no entenderse el cuerpo como significado, existe solo como una posibilidad o un espaciamiento (espacement), sin esencia ni sustancia (Nancy, 2000, pp. 14-18). [1] Los tratados clave en términos de la delimitación fronteriza entre dos países son el de Guadalupe Hidalgo (1848) y el de La Mesilla (1853) que marcaron los límites actuales (Piñera, 1989). [1] El relato “La Fila” comienza con la frase “Estoy haciendo fila, haciendo fila, estoy haciendo fila para salir del país” (p. 19). La escena capturada en tiempo real por un individuo haciendo fila para cruzar la frontera se describe usando el tiempo presente o presente continuo. [1] Resulta significativo que los latinos en EE.UU., quienes representan cerca del 20 por ciento de la población, contribuyan con aproximadamente el 30 por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto (Alvarado, 2025). [1] “Esto ominoso no es efectivamente algo nuevo o ajeno, sino algo familiar de antiguo a la vida anímica, sólo enajenado de ella por el proceso de la represión” (Freud, 2007, p.241). Este término puede interpretarse como un fenómeno psicológico de la “inquietante extrañeza” (Kristeva y Vericat, 1996, p. 359). |
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Universidad de Guadalajara Departamento de Filosofía / Departamento de Letras |
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